Estimado profesor,
Fui alumna suya de Historia y soy alumna de Problemas Filosóficos por que usted es el jefe de Cátedra. El 1er día de clase al cual usted concurrió me acerqué a saludarlo por que siento gran admiración por usted. Ayer nos enteramos de todo lo que está viviendo, no puedo decir nada útil, simplemente que lo lamento mucho; lamento que los presuntos dichos sean tomados como verdades absolutas sin lugar a la duda.
Si a usted no le incomoda quería compartir con mis compañeros, algunos de historia, sus palabras; me parece una injusticia que solo se escuchen las campanas que gritan mas fuerte.
Espero su confirmación.
Debo admitirle que aunque Nietzsche nos haya puesto en aviso que Dios ha muerto y yo esté hace algunos años descreída de su existencia, anoche necesité rezarle y pedirle que si realmente está se haga justicia, con la verdad que su corazón sabe.
Le deja un cariño enorme, una alumna que lo admira profundamente desde que tuvo la oportunidad de tomar sus clases.
María Laura Soria
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Querido Dr. Casalla,
Me llamo Marcos y este cuatrimestre cursé Problemas Fil. en su Cátedra, a la vez que asistí a sus teóricos. Hace poco me llegó el mail que ud. nos envió a todos y tuve la oportunidad de que David, que fué mi profesor de prácticos, me contara la situación en la que se encontraba tanto ud. como toda la Cátedra. Desde acá le quería hacerle llegar todo mi apoyo, y sepa que no hay estudiante con el que haya podido hablar al respecto que no esté indignado con lo que pasó. Es increíble lo que unas palabras le pueden hacer a una increíble carrera académica por no nombrar la propia vida de una persona. No baje los brazos profesor. Así como tuve la experiencia de pasar por su Cátedra y por su salón, pueden muchos más también hacerlo, y se perderían de mucho si no lo hicieran... De parte mía, de toda mi comisión y de todos los estudiantes de la Cátedra le digo nuevamente, no baje los brazos! Todos, incluido ud., nos merecemos que siga ocupando ese lugar frente al salón...
Respuesta de Mario Casalla.
Estimados Marcos y María Laura:
De las múltiples notas de adhesión y reconocimiento que estoy recibiendo, me permito contestar las dos que -personalizadamente- recibí de ustedes, porque me llegaron de manera muy especial. Son ambos alumnos de la cátedra de Problemas Filosóficos en Psicología, en este cuatrimestre en que "sombras" (aunque bien concretas!)parecen haberse ensañado contra mi persona y mi trayectoria docente. No abundaré en detalles sobre esa infamia, porque ya he iniciado las acciones que en ese terreno corresponden y se irán enterando.
Pero sí quiero reconocer y agradecerles muy especialmente la calidez de los comentarios acerca de nuestra relación de estudio y de conocimiento. Para mí la Filosofía -como creo lo han advertido- no es sólo una asignatura, sino una pasión. Y el diálogo fecundo con la Psicología y el Psicoanális la posibilidad de ponerla en acto. Pero nada de ello hubiera sido posible sin ustedes que -en esta docena de martes en que nos vimos- hicieron posible el diálogo con su presencia y participación.
Y en vuestras personas, hago extensivo este reconocimiento a todos los alumnos de la cátedra y a mi pequeño pero muy valioso equipo docente, con el que tuve el gusto de compartir la enseñanza.
Les deseo un muy buen fin de cuatrimestre y de año. Y en lugar de la clásica 'tarjeta postal', les adjunto un artículo mío (que escribí y publiqué hace tres años), llamado "El oficio de educar". Es bien autobiográfico y trata precisamente de esa pasión. Acaso la única que me permite decirle a Marcos que no bajaré los brazos (como me pide) y unirme a María Laura en su rezo por la justicia.
Un abrazo cordial de
Marcos.
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Respuesta de Mario Casalla.
Estimados Marcos y María Laura:
De las múltiples notas de adhesión y reconocimiento que estoy recibiendo, me permito contestar las dos que -personalizadamente- recibí de ustedes, porque me llegaron de manera muy especial. Son ambos alumnos de la cátedra de Problemas Filosóficos en Psicología, en este cuatrimestre en que "sombras" (aunque bien concretas!)parecen haberse ensañado contra mi persona y mi trayectoria docente. No abundaré en detalles sobre esa infamia, porque ya he iniciado las acciones que en ese terreno corresponden y se irán enterando.
Pero sí quiero reconocer y agradecerles muy especialmente la calidez de los comentarios acerca de nuestra relación de estudio y de conocimiento. Para mí la Filosofía -como creo lo han advertido- no es sólo una asignatura, sino una pasión. Y el diálogo fecundo con la Psicología y el Psicoanális la posibilidad de ponerla en acto. Pero nada de ello hubiera sido posible sin ustedes que -en esta docena de martes en que nos vimos- hicieron posible el diálogo con su presencia y participación.
Y en vuestras personas, hago extensivo este reconocimiento a todos los alumnos de la cátedra y a mi pequeño pero muy valioso equipo docente, con el que tuve el gusto de compartir la enseñanza.
Les deseo un muy buen fin de cuatrimestre y de año. Y en lugar de la clásica 'tarjeta postal', les adjunto un artículo mío (que escribí y publiqué hace tres años), llamado "El oficio de educar". Es bien autobiográfico y trata precisamente de esa pasión. Acaso la única que me permite decirle a Marcos que no bajaré los brazos (como me pide) y unirme a María Laura en su rezo por la justicia.
Un abrazo cordial de
Mario Casalla
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