Conocí a Mario Casalla primero por sus obras y luego personalmente. En 1996 comenzaba mi carrera como docente universitario en Bahia Blanca en la cátedra de Sociología y los textos de Mario eran los indicados para el estudio y la profundización de la compleja temática sobre América latina. Luego descubrí que había sido uno de los mentores intelectuales del "peronismo que viene" libro editado por Antonio Cafiero que cuestionaba el posicionamiento ideológico del peronismo en el menemismo y lo obligaba a pensarse a si mismo, renovandose una vez mas. Finalmente y por su intermedio ingrese a la Asociación de Filosofía Latinoamericana, donde descubrí un espacio plural, tolerante, dialoguista y de profunda defensa de los derechos humanos en todas sus dimensiones. Sus intervenciones junto con la de prestigiosos pensadores argentinos y extranjeros me llevaron a completar mis estudios en filosofía y tener acceso a una beca de postgrado en Alemania, la cual lamentablemente tuve que desistir para asumir como Intendente de Bahia Blanca. Compartimos con Mario muchos y especiales momentos que sin duda marcaron mi vida no solo en lo académico sino en lo político y en lo existencial. A los
amigos se los defiende siempre pero en las causas injustas constituye una obligación moral alzar la voz y expresarse con claridad. En la omisión de esa acción es que uno se traiciona a si mismo y es esta la peor de las emociones humanas. Por ello deseo expresar públicamente la percepción de profunda injusticia que se siente ante semejante insidia y persecución que padece Mario Casalla y resaltar que a lo largo de su existencia, tan especial y profunda como
abismal, solo he advertido testimonios de búsqueda de justicia, verdad y memoria. He aquí mi
testimonio.
Cristian Breitenstein
Ministro de Producción y Ciencia y Tecnología
Provincia de Buenos Aires
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